El color de los metales

La elección del color del metal en la joyería es cuestión de preferencia personal. Los diferentes colores pueden tener significados simbólicos o simplemente reflejar el gusto individual del usuario.

El color del metal puede variar según el tipo de metal utilizado y los procesos de acabado aplicados. Aquí hay algunas opciones comunes:

Oro

Oro Amarillo:

Es el color natural del oro y uno de los tonos más populares en joyería.

Oro Blanco:

Se logra mediante la adición de aleaciones blancas como paladio o níquel. A menudo, se recubre con rodio para mejorar el brillo y la durabilidad.

Oro Rosa:

Se obtiene añadiendo una mayor proporción de cobre al oro, lo que le da un tono rosado o rojizo.

Plata

La plata es conocida por su color blanco brillante. Sin embargo, puede oxidarse y volverse negra con el tiempo, por lo que a menudo se trata con recubrimientos para evitar este proceso.

Platino

El platino es naturalmente de color blanco grisáceo. Es apreciado por su durabilidad y resistencia a la decoloración.

Titanio

El titanio puede venir en varios colores, ya que puede ser anodizado para producir tonos como azul, verde, púrpura, etc.

Acero Inoxidable

El acero inoxidable tiene un color plateado y puede ser pulido para lograr un acabado brillante.

Cobre y Bronce

Estos metales pueden tener colores distintivos, con el cobre que tiene un tono rojizo y el bronce con un tono más dorado.

Aleaciones de Metales

Algunas joyas pueden estar hechas de aleaciones de varios metales, lo que puede resultar en colores únicos. Por ejemplo, algunas aleaciones de oro pueden tener un tono verdoso debido a la presencia de ciertas aleaciones.

Recubrimientos y Tratamientos

Además de los colores naturales de los metales, se pueden aplicar recubrimientos y tratamientos para cambiar el color de la joyería. Por ejemplo, el rodio se utiliza comúnmente para recubrir el oro blanco y darle un aspecto más plateado y brillante.